Campesinos del corregimiento Damasco, en zona rural del municipio de Cumbitara, en el noroccidente de Nariño, afirmaron que al parecer guerrilleros del ELN serían los responsables del secuestro masivo de siete labriegos que se encontraban en la parte alta de la montaña del corregimiento, cuando fueron abordados por hombres fuertemente armados que vestían de camuflado.
Aunque el secuestro de los campesinos se produjo el pasado 19 de agosto, solo tres de ellos identificados como Beno Caicedo, Víctor Caicedo y Oscar Toro, fueron liberados por la presión de la misma comunidad. Una vez conocieron la liberación, salieron en búsqueda de los campesinos que fueron dejados en un lugar selvático.
Las primeras informaciones dan cuenta que los siete campesinos se encontraban en sus faenas de agricultura en la montaña cuando de un momento a otro se vieron rodeados por varios hombres armados con fusiles que cubrían sus rostros con pañoletas alusivas al parecer el Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Un habitante de Damasco le dijo a Blu Radio que los hombres armados, luego de un cruce de palabras, emprendieron la huida llevándose a los campesinos. Según el relato de un labriego, él alcanzó a salir corriendo al notar la presencia de los hombres armados para dar aviso a los integrantes de la junta de acción comunal.
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La comunidad de inmediato comenzó la búsqueda de los campesinos y obligó a la liberación de tres de ellos cuyas edades están entre los 27 y 30 años de edad.
En poder de esa guerrilla permanecen aún Fredy Mape, Emanuel Huila, Jerry Fajardo y Johan Córdoba, de quienes su paradero y suerte que hayan podido correr es un verdadero enigma.
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Familiares de los campesinos que aún se encuentran secuestrados, exigieron su inmediata liberación y aseguran que en caso de que se trate de un secuestro extorsivo, ellos no cuentan con los recursos para pagar ningún rescate.
Por su parte el alcalde de Cumbitara, Oscar Melo, aseguró que es muy preocupante la situación en esta parte de la cordillera occidental en Nariño, en donde la constante presencia de grupos armados ilegales tiene en riesgo la tranquilidad de la región.
El mandatario insistió que esta es una zona abandonada que no cuenta con los mínimos servicios públicos y sus comunidades se ven obligadas a seguir cultivado hoja de coca porque a pesar de creer en la paz, nadie se acuerda de esta región que hoy es escenario de una guerra territorial.
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