El precandidato presidencial Camilo Romero compareció ante la sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia para responder en juicio por presuntas irregularidades en un contrato de la licorera de Nariño cuando fue gobernador de ese departamento y se enfrentó porque no se autorizó un nuevo aplazamiento solicitado por su defensora pública.
“El despacho no encuentra fundamento válido a la solicitud de aplazamiento y por tanto la conmina como puede fácilmente observarse con este serían dos los intentos de la corte para dar inicio al juicio oral, pretensión que se ha tratado de entorpecer ante la ocurrencia de actitudes dilatorias tanto de la defensa técnica como material, lo cual repugna el principio de la lealtad que rige la actuación procesal”, indicó el magistrado Ariel Torres.
El exgobernador rechazó la actitud de la sala y reiteró que no tiene garantías para enfrentar un juicio. Además,pidió a la Procuraduría intervenir y a los dos magistrados que hacen parte de la sala reconsiderar su posición.
Romero advirtió que revoca el poder a su abogada para que se suspenda el inicio del juicio.
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“Yo me quedo sin abogado no por decisión mía, sino cómo ha venido actuando la Corte Suprema de Justicia señor Magistrado Ariel Torres. Dos años ocho meses permitió usted que la Fiscalía tome ese tiempo sin reparo alguno. A eso no le llamaron dilación, a eso no usaron el término repugna”, indicó Romero.
La corte le llamó la atención para que respetara la sesión y ratificó su decisión de no aplazar la audiencia, por lo que programó una nueva sesión para continuar con el juicio en el que se le acusa de irregularidades en un contrato de 18.000 millones de pesos para la comercialización del aguardiente Nariño.
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