Wilder Gómez ya había salido a vacaciones, pero una llamada inesperada de su jefe para cubrir a un compañero de trabajo le costó la vida.
Isabel Cristina Gómez nunca imaginó que prender el televisor durante la mañana del 11 de septiembre del 2001 iba a convertirse en el más grande dolor de su vida.
Su padre, Wilder Gómez de 37 años trabajaba como bar tender en la primera torre gemela de Nueva York y ella se encontraba bajo el cuidado de su abuela en Boston. La noche anterior la llamó y le dijo que ya había salido a vacaciones y en las próximas horas iría por ella para que las disfrutaran juntos.
"El 9-11 fue un martes y él me llamó a mí el lunes a eso de las 8:00 de la noche a decirme que estaba de vacaciones y que el jueves me recogía. Nos despedimos y uno como que nunca se imagina ", dijo Isabel Cristina.
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Cuando despertó y prendió el televisor, no podía creer lo que veía. Tanto que quiso pensar que se trataba de una película
"Es algo inexplicable, algo que te deja como si la vida no tuviera sentido. Yo veía a la gente cómo se tiraba, el desespero, el caos", agregó.
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Pero, la reconfortaba saber que su padre no estaba allí, sino muy seguramente en su casa descansando. sin embargo, la historia dio un giro de 180 grados, cuando se enteró que su jefe, lo había llamado para que cubriera a uno de sus compañeros en ese turno, por lo tanto, Wilder si fue víctima del atentado terrorista.
"Cuando empecé a cambiar y en todos los canales estaba lo mismo, yo dije: ¡Dios mío! ¿Qué está pasando? Lo primero que se me vino a la mente fue que mi papá se iba a quedar sin trabajo y cuando me comunico a Nueva York donde mi otra abuela, me dice que él había salido a trabajar, la noche anterior después de haber colgado conmigo lo había llamado el jefe para que reemplazara a un compañero. En ese momento el mundo se me vino encima", conto Isabel entre lágrimas.
Minutos antes, él había logrado comunicarse con su hermano al que le contó sobre la fuerte explosión que escuchó y por ello desde el piso 110, habían logrado evacuar hasta ese momento al 60, pero se perdió la señal y esa fue la última vez que supieron de él.
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La madre y hermanos de Isabel se encontraban en Cali, Colombia, y viajaron para iniciar la búsqueda. Proceso que duró casi un año pues solo hasta el 10 de septiembre del 2002 hallaron su cuerpo.
"Para nosotros como familia fue un infierno, fue lo peor buscarlo todos los días y con la esperanza de encontrarlo vivo y poder volverlo a ver", puntualizó.
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Hoy Isabel Cristina tiene tres hijos y ellos, les cuenta sobre su abuelo, un hombre valiente y cariñoso que murió trabajando por su familia. Frecuentemente viajan a Nueva York, para visitar la tumba y recordarle que no importa si está en un plano diferente, siempre y cuando el amor sea el mismo.
Escuche la crónica sobre Wilder Gómez en BLU Radio: