Un revuelo causó el contrato que se conoció por parte de Empresa Municipales de Cali (Emcali) y la Unión Temporal AMI para un proyecto de medición electrónica hace unas semanas en la capital del Valle.
En el documento aparecen varios elementos con sobrecosto, entre ellos dos televisores de 55 pulgadas, cada uno por casi $43 millones, mientras que su precio en el mercado no supera los $6, también seis sillas ergonómicas de uso intensivo, cada una por casi $18 millones, cuyo precio en el mercado es de máximo $4.
El director de opinión de El País de Cali, Luis Guillermo Restrepo, habló de lo sucedido en torno a este contrato y aseguró que la corrupción en la ciudad es “el colmo” del relajamiento de la alcaldía en el manejo de los recursos públicos.
“Es mezcla del clientelismo, que no solo está en Cali; el municipio está tomado por unas castas políticas que se apropian de entidades públicas y los órganos de control (…) Ellos los eligen y hacen imposible que exista un control, empezando por los consejos que deberían hacerlo”, manifestó el abogado.
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Restrepo considera que todo pasa a raíz de una política mal entendida, según él, las personas que adquieren cargos públicos se han encargado de pelear puestos públicos parar quedarse el manejo de la contratación y no por el trabajo social, que debería ser el objetivo principal.
"La política es un negocio, dejó de ser un servicio. Lo primero que hacen es echarle mano a los organismos de control, que pasan a ser de protección (…) Están gobernando para ellos, no para la ciudad. En Cali hay una sensación enorme de desgobierno, de caos y anarquía", aseguró.
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Además, el columnista denunció que el alcalde de Cali repartió a sus aliados políticos y a su familia puestos, que le permitieron volver a la alcaldía.