Avistar aves, recorrer senderos y mostrar sus riquezas ambientales se ha convertido en la esperanza de más de 4.500 del municipio de El Charco, en el Pacífico nariñense.
Lo hacen sabiendo que el ecoturismo ahora es la nueva ventana que tienen para reactivar su economía y para eliminar los mitos de la violencia.
Considerada la ‘Ruta de la paz y la Esperanza’, los campesinos muestran la entrada a playas y los parques naturales de Sanquianga y Gorgona.
En ese sector del Pacífico quieren pasar la página y de paso cerrar el paso a los violentos que por décadas han sometido a estas comunidades.
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Con el liderazgo del alcalde de El Charco, Víctor Candelo Reina, las comunidades de la subregión del Sanquianga, orgullosas de sus raíces afro, quieren cambiar la estigmatización que tiene el Pacífico como zona violenta y de narcotráfico por una región en donde su cultura, tradiciones y riqueza natural, son un atractivo predilecto para visitarlos.
Los turistas procedentes de diferentes regiones del mundo podrán adentrarse en la inmensidad natural, cultural y social de la región conformada por los municipios de Iscuandé, La Tola, Mosquera, Olaya Herrera, y El Charco.
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En estos puntos, las culturas indígenas, afros y especies endémicas sobreviven a orillas del río Tapaje y otras más en corregimientos.
Caseríos como Mulatos, Bazán, Amárales, disfrutan de las riquezas por sus playas bañadas por las aguas del mar Pacífico.
El proyecto se levanta en un arduo esfuerzo por hacerle el quite a la pobreza.
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Las 4.500 familias de la zona rural de los cinco municipios desde ya se preparan para mostrar a propios y extraños una experiencia única que permitirá conocer desde los manglares más altos del mundo, como la biodiversidad de la isla Gorgona, habitado por monos cariblancos, osos perezosos, aves residentes y migratorias, serpientes y una variedad de flora única de la región
Otra opción es la que ofrece el mar Pacífico que cuenta con arrecifes de coral y que, por estos meses, tiene la visita de tortugas marinas, tiburones, ballenas yubarta y delfines, siendo la Gorgona, un destino cultural, científico y para el ecoturismo.
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La región del Sanquianga, en Nariño, ha sido víctima de la violencia que ha afectado a miles de familias y convirtieron esta zona en un territorio desconocido, es por eso sus comunidades quieren cambiar esa imagen y posesionar el Pacífico norte de Nariño en una de las regiones de ecoturismo únicas del mundo.
Es por eso que el mandatario local Víctor cándelo, dijo que la subregión, desde tiempos de pandemia, vive una economía en decadencia.
En medio de sus estrategias buscó reunirse con las comunidades y de manera concertada lanzar un programa de ecoturismo en su territorio aprovechando todas las bondades que el Pacífico ofrece a Colombia y el mundo.
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Con este programa se va a generar empleos directos e indirectos para más de 6.00 familias, las cuales serán capacitadas en distintos temas de turismo, gastronomía y hotelería.