“El abandono nos tiene en la miseria y la estigmatización de la fuerza pública nos tiene al borde de la muerte”, con estas palabras, afrodescendientes, campesinos e indígenas del municipio del Charco, en el pacifico de Nariño , que ya cumplen 18 días en un paro pacífico, amenazaron con salir a buscar a los soldados para exigirles que salgan de sus veredas y caseríos a orillas del rio Tapaje.
Los labriegos que permanecen en colegios y escuelas de la población costera, dicen que los acuerdos a los que habían llegado con altos mandos militares hace más de una semana hasta hoy no se cumplen y, por el contrario, siguen ingresando más tropas a la región, por lo que su mayor temor es quedar en medio del fuego cruzado ante eventuales combates con grupos armados ilegales.
Los integrantes del consejo comunitario pro defensa del rio Tapaje, manifestaron que mientras no haya una consulta previa no van a permitir la construcción de ninguna base militar en el corregimiento de San José del Tapaje, a pesar que son consciente que la fuerza pública no tiene ningún sitio vedado en Colombia, pero insisten que no se puede violar territorios colectivos.
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Según dicen los campesinos, no quieren volver a ser blanco de los atropellos ni señalamientos de la fuerza pública porque no son ni guerrilleros ni narcotraficantes. Esto, debido a que las autoridades, afirman, los acusan de estar obligados por grupos armados ilegales para seguir bloqueando el comercio en el pacifico.
Los manifestantes piden que no solo salga la fuerza pública de su territorio, sino que el estado colombiano cumpla con los programas de inversión social y las obras de infraestructura que durante más de cuatro décadas fueron prometidas para este, el principal municipio de la subregión del Sanquianga, en la costa norte del pacifico nariñense.
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Para el alcalde encargado de esta población, José Obregón, la indiferencia del estado tiene sin clases a más de 6.000 estudiantes de secundaria y primaria, debido a que los colegios y escuelas están ocupados por manifestantes que los utilizan como albergues improvisados.
Mientras tanto, comerciantes de la región que están afectado por la falta de insumos y alimentos, aseguran que ya no aguantan más y pidieron del Gobierno Nacional y los líderes del movimiento social agilizar la instalación de la mesa de diálogo para que se permita la reapertura del comercio y la navegabilidad del río Tapaje, entre Tumaco y el Charco y Buenaventura, de donde se trae el 90% de productos que se consumen en esta población costera.
Los líderes sociales concluyeron asegurando que continúan esperando la llegada de la comisión del Gobierno Nacional y de la gobernación para iniciar el dialogo de los 15 puntos del pliego de peticiones. Aseguran que no regresarán a sus casas hasta que no haya un diálogo presencial y sincero.
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