El director del Dagma, Luis Alfonso Rodríguez Devia, reveló que una comisión técnica subió hasta el Alto del Buey en compañía de miembros de Parques Nacionales y el Ejército, allí se encontraron 32 socavones activos en los que continúa la extracción de oro. Lo más preocupante es que la quebrada Alto del Buey, cuyo cauce había sido recuperado hace algunos meses por las autoridades, volvió a ser desviado a través de un túnel de 30 metros de largo con el fin de lavar el material extraído con ayuda de productos químicos como mercurio.
Adicional a esto, encontraron toneladas de basura y material orgánico en el sector, producto de los campamentos que siguen activos en la zona. También se detectaron varios deslizamientos provocados por la debilidad de los terrenos a raíz de la actividad minera ilegal. Las autoridades ambientales anunciaron que se redoblará la vigilancia en la zona.
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Los retenes de control están planteados para que operen a partir de noviembre de este año, sin embargo, las autoridades esperan agilizar los temas administrativos para que los controles en las zonas de ingreso a los Farallones de Cali se instalen cuanto antes.