Esta madrugada, la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle llegaron a un acuerdo con la llamada Unidad de Resistencia Cali para instalar una mesa de diálogo que permita levantar, progresivamente, los bloqueos en la ciudad. Algunos congresistas de la región cuestionan el acuerdo porque, según dicen, le está dando legitimidad a quienes están bloqueando Cali.
Una de las características de este acuerdo avalado por medio de un decreto de la Alcaldía de Cali da validez y legitimidad al ejercicio que cumplen los jóvenes que, por medio de bloqueos y protestas, han reclamado derechos al Gobierno Nacional.
Los integrantes de primera línea agrupados en Unión de Resistencias Cali dijeron: "Estos puntos recogen el sentir de miles de ciudadanos y ciudadanas, inconformes e indignados, que están en búsqueda de una vida digna para los colombianos".
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El decreto también deja claro que la alcaldía financiará este proceso de concertación y permitirá la creación de una comisión que investigue y propenda por el esclarecimiento de los actos violentos en estos 33 días de paro nacional.
El alcalde Jorge Iván Ospina dijo lo siguiente: "Con ellos se creo un decreto de garantías para el derecho a la movilización y la protesta".
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Se conoció, además, que los puntos de bloqueo se van a mantener e irán siendo levantados progresivamente, todo depende de los avances de los diálogos.
El senador Gabriel Velasco no comparte la forma en que se negoció la instalación de la mesa. Dijo que está dispuesto a sumarse a los diálogos, pero "primero lo primero, se deben desbloquear las vías".
El concejal de Cali, Fernando Tamayo, también se mostró preocupado. Dijo que la autoridad y la institucionalidad en la ciudad no se puede negociar con base a posiciones ideológicas.
La arquidiócesis de Cali y otras organizaciones más han servido como garantes de este acuerdo que se logró hacia la medianoche del martes 1 de junio.