La esperanza de los comerciantes de Barranquilla recuperar sus ventas este mes de las madres se ha esfumado por cuenta del vandalismo del que son objetos sus locales durante las protestas.
Los almacenes de la ciudad han sido destruidos por los vándalos que parten hasta sus paredes para extraer piedras y lanzarlas contra la fuerza pública, como sucedió la tarde de ayer en Bizantine, un negocio de accesorios de cuero ubicado en la calle 72.
"Nos reventaron los muros para coger las piedras, partieron los vidrios y las cámaras de seguridad e intentaron meterse, porque hasta el candando lo violentaron todo. En la mañana, cuando volvimos a abrir, nos tocó echarnos agua en la cara para aguantar los gases lacrimógenos que quedaron acá dentro", contó la administradora del local Laura Flórez.
Mayo solía ser una temporada provechosa para el comercio por la celebración de las madres, pero la clientela se ha perdido y ni siquiera es por la pandemia, expresó Denis Molina, otra comerciante afectada.
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"Todo ha sido tétrico, porque, además de que nos partieron los vidrios, ahora nadie entra a comprar. Las ventas habían mejorado, pero con estos disturbios la gente se abstiene de salir a la calle a comprarnos", dijo Molina.
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Hasta la semana pasada, los comerciantes de Fenalco en Atlántico reportaban pérdidas por 4.500 millones de pesos por los saqueos y ataques vandálicos durante las protestas.