Desde hace un mes no paran los desmayos repentinos entre diferentes estudiantes de bachillerato del colegio agropecuario de Puerto Giraldo, en Ponedera (Atlántico), donde ya van cerca de 50 alumnos afectados con síntomas que afectan su desarrollo en clases, pero que no muestran una causa común en los exámenes toxicológicos que les practican.
Es por esto que, desde la Secretaría de Salud municipal, se ha señalado que posiblemente estos casos están asociados a una histeria colectiva, incluyendo los recientes desplomes presentados el lunes 10 de abril, en los que también se presentaron convulsiones y vómitos.
"A la fecha no tenemos respuesta sobre qué está pasando, solo el equipo interdisciplinario puede decir que hay una posible histeria colectiva repetitiva. Es evidente que no hay ningún consumo de sustancias psicoactivas por parte de los alumnos", expone Sheylin Hernández, secretaria de Salud de Ponedera.
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Sin embargo, desde la Asociación de Educadores del Departamento del Atlántico (Adea) advierten que los jóvenes ya les han reconocido a los maestros que están consumiendo unas “bombas químicas” que implican mezclas de gaseosas con medicamentos como lorazepam.
"Que miren lo que están consumiendo. Aquí lo que nos indican los jóvenes es que hay un problema de microtráfico en la institución. Uno va y habla con los niños y ellos hablan de la mezcla, de la bomba de bebidas de gaseosa con medicamento. Como es que toxicológicamente no hay resultados si ellos hablan de una bebida que les dan los mismos compañeros. Este colegio necesita una intervención rápida", indicó Luis Grimaldo, directivo de Adea.
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La secretaria Hernández aseguró que ya pidieron apoyo a las EPS de los menores para una intervención integral y poder atender la situación.
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