El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina amanece este jueves fuertemente custodiado por aviones de combate, fragatas misileras y tropas militares que el Gobierno de Colombia desplegó hace varias horas para sentar su soberanía por mar, tierra y aire sobre este territorio, en la antesala a la importante decisión que tomará la Corte Internacional de Justicia sobre la delimitación de la plataforma continental entre Nicaragua y Colombia , más allá de 200 millas marinas contadas desde la costa nicaragüense.
La continua tensión tiene molestos a los raizales, quienes consideran como un irrespeto que un presidente de un país vecino, sostenga la presión de hacerse a un territorio que durante los últimos siglos ha sido cuidado y resguardado por quienes habitan esta pequeña isla.
Cristina Bendeck, escritora isleña, asegura que incluso estas tensiones han amenazado actividades como la pesca artesanal y que solo ha alejado más a esta isla entre las aguas del mar Caribe.
"Lo mejor sería poder mejorar esa vocación abierta, con toda la potencialidad que tiene el archipiélago especialmente en el Caribe, pero hemos estado alejado con problemas políticos que tienen que ver con los estados. Los que estamos en la mitad de una encrucijada entre estados, somos los isleños", indicó.
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Los isleños se mantienen en expectativa, no por todo este despliegue armado que ellos llaman “show”, sino por lo que en realidad les espera después del fallo, sobre todo si éste resulta favorable para Nicaragua y la Corte le concede sus pretensiones sobre una plataforma marítima extendida.
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