¿Quiénes son las víctimas de la masacre registrada en un billar de Barranquilla?

La cacería contra un presunto miembro de la banda Los Costeños que llegó hasta un billar de barrio ubicado en el nororiente de la capital del Atlántico y que terminó en la muerte de seis personas el pasado lunes en la madrugada, le habrían costado la vida por lo menos a cinco personas que nada tenían que ver con la rencilla que enfrenta a bandas dedicadas al tráfico de drogas.

Los cuatro hombres que llegaron al billar a disparar a diestra y siniestra, cobraron la vida de Jorge Pardo, un delincuente que tenía medida de detención domiciliaria, y también la de un chef, un estudiante de mecánica, un ayudante de cocina, un profesional en riesgos laborales y un barbero. Estas cinco personas eran residentes del barrio, sin antecedentes judiciales y con la única coincidencia de estar tomando cervezas en el lugar y momento incorrecto.

Una de estas víctimas es Henry David Flórez Pallares, de 29 años, administrador y chef de un reconocido restaurante bar de Barranquilla. La esposa de este hombre, quien prefirió no identificarse, asegura que Henry se encontraba en el lugar equivocado, y que antes de tener vínculos con bandas criminales, era una persona honesta.

“Él era un hombre trabajador. Era amigo de todo, pero no tenía nada que ver con estas personas. Llegó a tomar una cerveza. Esto fue un ataque indiscriminado”, dijo.

Dani Daniel de la hoz fue otra de las víctimas, trabajaba en la empresa Energía Solar, donde era profesional en riesgo laboral. La compañía le rindió un homenaje recordando su trabajo y señalando que era una persona honesta que ese día estuvo en el lugar equivocado. A través de redes sociales compartieron un video en el que el joven trabajador explicaba sus funciones y agradecía que a través de una beca que le dieron sus empleadores pudo terminar sus estudios profesionales.

“Con la ayuda de la fundación pude entrar a la universidad. Inicialmente me dieron una beca del 50% y luego del 70%. Eso fue un aliciente para decir, hombre, estoy haciendo las cosas bien, voy para adelante. Tengo otras metas y otros sueños y la idea es seguir creciendo”, dijo en el video que la compañía le hizo hace un par de meses.

Pero las metas se desvanecieron para este profesional, como también para el barbero Edwin Yesid Cardozo Tapia, de 28 años, quien es otro de los fallecidos en el atentado. Su esposa pide que su nombre sea desvinculado de cualquier banca delincuencial, pues él solo estaba departiendo con unas primas en el billar.

Chelo Acevedo Villa era un joven estudiante de mecánica que estaba compartiendo con amigos mientras un impacto de bala alcanzó su abdomen y otro la pelvis. No tuvo tiempo para correr ni para ser socorrido antes de desangrarse. Su caso es similar al de Danny, Edwin y Henry, pues ninguno presentaba anotaciones judiciales.

Un poco diferente fue el caso de Johan Polo Chiquillo, quien tenía registro de violencia intrafamiliar, pero ningún nexo delictivo con bandas como Los Costeños, pues a pesar de que inicialmente fue identificado como un miembro de estos por contar con un tatuaje en la pierna, rápidamente fue revertida dicha versión por parte de la Policía. Polo se dedicaba a trabajar como ayudante de cocina.

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