En medio de la tormenta política que desata el reclamo de Armando Benedetti , quedan dudas sobre cómo fue la financiación de la campaña presidencial de Gustavo Petro, especialmente en el Caribe donde obtuvo 2’588.541 sufragios, que representaron el 23% del total de la votación obtenida en segunda vuelta a nivel nacional por el actual mandatario.
Varios son los nombres que se han movido en torno a quiénes serían los grandes aportantes, que habría aterrizado a la campaña de la mano del exembajador, quien, como él mismo afirmó en una reunión en tiempos de campaña, era quien buscaba las reuniones con estos sectores que querían financiar.
"Yo no represento a nadie, yo vengo a ayudar. Yo vengo porque me sedujo Petro y vengo a ayudar. Yo propongo que vengas (Eduardo a Noriega), para que vengas a Barranquilla, a Santa Marta o a Cartagena, para que nos reuniéramos con todas las personas que tienes identificadas en cada ciudad del Caribe que nos puedan ayudar", dijo el exsenador en una reunión que fue filtrada por medios de comunicación.
Pues la sombra detrás de Benedetti en muchas de esas reuniones habría sido Euclides Torres, un hombre que aterrizó en la contratación pública en la década de los 90, de la mano de la alcaldía del padre Bernardo Hoyos, inicialmente en asuntos de tránsito y alumbrado público. En 2014, su hijo Efraín llegó a la Cámara de Representantes por Bogotá tras lanzarse en llave con Armando Benedetti y en 2018, a través de dos de sus empresas, Torres financió parte de la campaña del político barranquillero, tal y como quedó consignado en el portal web Cuentas Claras.
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Aunque su nombre no es muy sonado en titulares, el poder de Euclides Torres se extendió en las últimas décadas de la contratación pública a la consolidación de un capital político, incursionando en este en el año 2000, con la elección inicial de su hermano Camilo Torres en la Alcaldía de Puerto Colombia, luego con su cuñada Marta Villalba, esposa de Camilo, quien fue elegida alcaldesa del mismo municipio y quien luego fue representante a la Cámara, también en fórmula con Benedetti.
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Mientras este grupo familiar concentró poder político, también lo hizo con sus contratos con el estado. A empresas asociadas de Euclides Torres le investigan contratos en más de 15 municipios del país, sin embargo, muchas de estas empresas no tienen su nombre bajo propiedad declarada.
Con las elecciones legislativas del año pasado, el grupo Torres quedó con una curul en la Cámara de Representantes, de la mano de otro hermano de Euclides, Dolcey Torres. También lograron una curul en el senado con Pedro Flores, quien es esposo de Karina Llanos, una sobrina de Euclides, la cual también es diputada del Atlántico.
El partido por el que tradicionalmente este grupo ha obtenido sus curules ha sido el de la U, aunque Dolcey obtuvo su credencial con el Liberal y Flores con el Pacto Histórico.
Euclides públicamente no ha aceptado ser uno de los grandes financiadores de la campaña de Petro, pero algunas decisiones del Gobierno habrían beneficiado al grupo político de Los Torres, por ejemplo, con la designación de Rafael Bossa como gerente de los Juegos Panamericanos y del Caribe, quien es cercano al señalado aportante.