¿Con qué Plaza de La Paz soñamos quienes vivimos en Barranquilla? ¿Una llena de zonas verdes con espacios para el esparcimiento y la diversión o una majestuosa donde se puedan realizar eventos culturales y deportivos y hasta manifestaciones políticas?
En busca de respuestas a esas preguntas la Gobernación del Atlántico, en alianza con la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta y la Fundación Naturaleza Social y con la valiosa colaboración de la Alcaldía de Barranquilla, realizó ayer el Foro Atlántico Líder en Espacios Urbanos como Generadores de Desarrollo Social, Convivencia y Paz en el marco del proyecto Mi Plaza, liderado por el secretario privado de la Gobernación, Pedro Lemus.
Durante el evento se escucharon voces de expertos, como el ex alcalde de Bogotá, Paul Bromberg, especialista en urbanismo y cerebro del programa "Cultura Ciudadana", sin duda el más exitoso en la historia del país en lo que tiene que ver con el comportamiento de los habitantes de centros urbanos y su relación con su entorno físico, social y ambiental. "La plaza debe seguir siendo el punto de encuentro de la ciudadanía. No puede dejar de ser protagonista del desarrollo de la ciudad", dijo Bromberg en su intervención.
También se llevó a cabo un panel con expertos, como Katia González, Carlos Bell y Adolfo Schlegel, quienes -cada uno desde su óptica- expresaron los usos y servicios que debería prestar la Plaza de La Paz, una vez se construya su segunda fase, proyectada para el 2018. En total serían unos 30 mil metros cuadrados que estarían disponibles para el uso de los habitantes de la ciudad.
La discusión sobre el uso de la Plaza de La Paz, su diseño y su integración urbanística con su entorno, es un tema de ciudad que merece toda la atención de los barranquilleros, quienes deben aprovechar la oportunidad para expresar públicamente cuál es la Plaza con la que sueña. De eso se trata, de buscar consensos que nos permitan aproximarnos a la Plaza para poder encontrarnos y reconocernos como miembros de una sociedad.
Recuperar el protagonismo de las plazas del Departamento no será una tarea fácil y en ese sentido el programa Mi Plaza jugará un papel fundamental. El conflicto armado dejó graves secuelas en la población, entre ellas el alejamiento de los habitantes de pueblos y veredas de las plazas del país. Las plazas vivas dieron paso a las plazas desoladas.
Recuperar su vitalidad es compromiso de todos, no sólo de los gobernantes. En la medida en que los habitantes se apropien de las plazas, las plazas vuelven a vivir. Hacer de la Plaza de La Paz el gran sitio de encuentro de los barranquilleros debe ser la tarea en la que tendremos que empeñarnos todos los que vivimos en la ciudad.
Actualizado: octubre 21, 2016 01:29 p. m.