A pesar de la disponibilidad de las dosis contra el COVID-19 y que cada vez son más las personas habilitadas para recibirlas, en Barranquilla y el Atlántico hay quienes no están dispuestos a vacunarse porque desconfían de este proceso y sienten que solo Dios puede protegerlos.
"Esas vacunas traen algo extraño y de pronto me meten algo ahí con esas dosis. Yo solo creo en Dios porque él es el que me salva y yo estoy muy confiada, porque su poder es grandísimo", expresó Mildred Sandoval, una ama de casa residente en el barrio El Tucán, de Soledad.
"No le veo sentido a la vacunación, no creo en ella. No es que tenga temor, sino que como han manipulado todo, le perdí la fe a la ciencia", opinó Juan Noguera, un trabajador independiente de 45 años.
En Soledad, incluso, algunos cultos cristianos y evangélicos han satanizado las vacunas, asegurando que van en contra de Dios. Ante esto, la Secretaría de Salud Municipal, en alianza con los pastores, empezó a coordinar jornadas de vacunación en las mismas iglesias.
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La idea también es llegar hasta aquella iglesia de Soledad 2000 que le está pidiendo a sus fieles que no se vacunen, informó la secretaria de Salud (e), Mayela Barrios.
"Con esta iglesia no he tenido ningún acercamiento, pero queremos que por favor nos dejen acercarnos a ellos para conversar y sensibilizarlos en la importancia que tiene vacunarnos, porque es la única forma de protegernos contra las complicaciones del Covid", manifestó la funcionaria.
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En Barranquilla, el alcalde Jaime Pumarejo también les dijo a los creyentes que Dios ha enviado su respuesta a través de las vacunas gratuitas.
"A aquellos que tienen una confianza en que Dios los cuida hay que recordarles que Dios dice: cuídate, que yo te cuidaré", expresó el mandatario.
En Atlántico no solo están intensificando las campañas de vacunación contra el COVID-19, sino también contra la rubéola y sarampión.