“Plata o bala” sigue siendo el mensaje de los extorsionistas a los comerciantes del área metropolitana de Barranquilla, donde reparten disparos por doquier para presionar el pago de las llamas "vacunas".
Los casos más recientes
En las últimas horas se conoció el caso de una chatarrería a la que balearon a pleno mediodía en la calle 30 de Barranquilla, una de las más concurridas del centro de la ciudad y la cual conduce hacia el aeropuerto.
Horas más tarde delincuentes lanzaron piedras envueltas en panfletos a un negocio del barrio Buena Esperanza y, al no obtener la respuesta que esperaban del propietario, regresaron haciendo tiros a este mismo establecimiento del suroccidente de la capital del Atlántico.
Orlando Jiménez, directivo de Undeco en el Atlántico, afirmó que a pesar de los operativos de la Policía los comerciantes están envueltos en un círculo vicioso que no da tregua.
“De pronto baja en un barrio, pero se incrementa en otro y después, donde disminuyó, al cabo de dos o tres meses vuelven a resurgir. Entonces estamos como en un círculo vicioso en el cual estos delincuentes utilizan diferentes mecanismos de presión para que el comerciante acceda a sus pretensiones”, afirmó Jiménez.
Publicidad
El gremio de comerciantes reporta que, como consecuencia de las extorsiones, más de 100 negocios han cerrado definitivamente sus esteras en Barranquilla, Soledad y Malambo, y otros 100 establecimientos han sido mal vendidos, a muy bajo precio, para deshacerse de las presiones de los delincuentes.
Vea en video uno de los casos:
Publicidad
Le puede interesar este contenido:
Publicidad