Golpizas con palos, cables y mangueras, y hasta castigos como dormir de pie, recibían siete niños por parte de sus propios padres biológicos, quienes hace más de un año los obligaban a mendigar en las calles de Valledupar y los agredían si alguno de ellos no lograba cumplir con la tarifa que les fijaban cada día.
Las autoridades pudieron establecer que las víctimas de este caso de explotación infantil son hermanos venezolanos que no superan los 10 años de edad y aún así debían salir todos los días de la semana, bajo el sol o la lluvia, a pedir plata en las calles.
El padre y la madre de estos siete niños fueron enviados a la cárcel, tras la investigación de una defensora de familia que puso el caso al descubierto.
"Entre $40.000 y $50.000 diarios debían llevar a la casa producto de la mendicidad, un sometimiento tan perverso y complejo para niños que no superan los 10 años de edad y que eran víctimas de un maltrato físico y psicológico”, informó Andrés Palencia, director de Fiscalía en Cesar.
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Mientras los padres están siendo procesados por los delitos de explotación infantil y violencia intrafamiliar agravada, los niños quedaron bajo custodia del ICBF para el restablecimiento de sus derechos.
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