Doce años han pasado desde aquel 30 de noviembre en el que el caudaloso río Magdalena no solo abrió un boquete de 240 metros de ancho en el Canal del Dique, sino que partió en dos al departamento del Atlántico y llenó de agua hasta el techo a las poblaciones de Santa Lucía, Campo de la Cruz, Manatí, Suan y Repelón.
Más de 120.000 damnificados dejó esa tragedia anunciada y hoy el panorama vuelve a ser incierto ante los niveles del río que siguen aumentando conforme avanza la temporada de lluvias en el territorio nacional.
"Los niveles van subiendo más y más cada día. En menos de una semana aumentaron más de 10 centímetros y esto es una subida bastante considerable", indicó el alcalde de Suan, Danilo Orozco.
"Esto nos preocupa mucho porque aún falta bastante agua por llegar hasta acá", agregó.
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Como consecuencia de la presente ola invernal, en estos momentos está bajo el agua el 80 % de las hectáreas productivas que hay en las zonas rurales del sur del Atlántico.
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