La situación del río Magdalena en estos momentos es compleja y lo único certero es que los niveles seguirán incrementando, de cara a que ya está próximo al desbordamiento en algunos puntos ribereños del Atlántico a propósito de fuertes corrientes que duplican la intensidad de lo que suele presentarse habitualmente para esta época.
La advertencia fue realizada por la Dimar, con el dato adicional de que podrían registrarse crecientes súbitas similares a las que provocaron la ruptura del boquete en el sur del atlántico en 2010, si siguen las intensas lluvias en el país, así lo indicó el capitán de Navío Germán Escobar Olaya.
“Al interior del país está lloviendo fuertemente. En Calamar la tendencia es que va llegando casi al límite del desbordamiento y mayores corrientes, lo que corresponde a temas de sedimentación que lo que hace es afectar el canal navegable. Con estas características son bastantes complejas”, expone el oficial.
El incremento del nivel del río también ha traído buenas noticias para los vendedores de pescado, a propósito de una subienda de bocachico que tiene llena las plazas de mercado de Barranquilla. Una Navidad anticipada para un gremio golpeado por la contaminación de los cuerpos de agua y que termina siendo una contracara positiva ante las intensas lluvias.
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