Niños que habían desaparecido en Soledad dicen que un vigilante los dejó encerrados en el colegio

Un fuerte cuadro de deshidratación y descompensación registran los dos estudiantes del colegio Itida de Soledad a los que se les perdió el rastro por más de 60 horas y que, de una manera confusa, aparecieron la mañana del pasado lunes dentro del mismo plantel educativo.

Después de casi tres días de búsqueda exhaustiva por parte de los familiares de los menores y hasta de las mismas autoridades a lo largo y ancho del municipio de Soledad, ambos alumnos de séptimo grado aparecieron en el colegio asegurando que un vigilante, al terminar la jornada de la tarde del viernes, cerró la puerta de un baño en el que ellos se encontraban y sin percatarse los dejó atrapados, a oscuras y con muy poca ventilación.

La noticia de la desaparición corrió entre rumores de que la pareja de adolescentes de 12 y 13 años había sido víctima de bandas criminales o que había desaparecido a propósito siguiendo un peligroso reto de TikTok; sin embargo, otra es la versión de los estudiantes.

Los jovencitos reconocen que la tarde del viernes no asistieron a clases, sino que se quedaron en un parque cercano, pero aseguran que antes de que acabara la jornada regresaron al colegio para tomar su ruta escolar y por poco son sorprendidos por algunos profesores. Cuentan que, para evitar ser descubiertos, decidieron esconderse en un baño y no contaron con que los dejarían encerrados hasta el lunes.

El colegio afirma que los niños no estuvieron encerrados, sino que regresaron el mismo lunes y entraron por la puerta principal. No obstante, Arnold Castro, padre de uno de los adolescentes, afirma que cree en la versión de su hijo y, por lo tanto, pide que se investigue a fondo lo sucedido. Dice que si su hijo debe asumir las consecuencias de sus actos, lo hará, pero si hubo una falla en el colegio, la institución también debe responder.

"Veo que hubo muchas inconsistencias en ese proceso de cuando los niños aparecieron, así que vamos en búsqueda de una verdad, tanto a la parte del colegio como nosotros los padres, porque si yo estuviera ocultando algo, no sigo con este proceso", expresó el padre.

Arnold cuenta que, además de la descompensación, su hijo debió ser trasladado a una clínica por una fuerte infección que sufrió en la piel por picaduras de insectos durante su encierro en el baño, delicado estado de salud que le ha impedido regresar a clases.

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