A Isa María Miranda tiene 51 años, no sabe leer, solo sabe escribir su firma y vive en un barrio de invasión en Montería. Los últimos días los ha pasado entre pasillos de la Defensoría del Pueblo y de otras instituciones solicitando ayuda porque hace una semana se enteró que debe pagar una multa por $2 millones de pesos por no asistir como jurado de votación al Plebiscito por la Paz.
Su caso llamó la atención de las autoridades, quienes decidieron convocar para el próximo martes un consejo extraordinario de seguimiento electoral, pues no comprenden cómo terminó siendo delegada como jurado una mujer analfabeta.
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De acuerdo con Miranda, ella no pertenece a ningún movimiento político y nunca ha manifestado interés por ser jurado en una jornada electoral. Además, dice que no tiene recursos para pagar la deuda, pues no trabaja y su esposo se dedica a la elaboración de sillas.
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