Un desprendimiento parcial del iris en el ojo izquierdo, además de la afectación en la córnea, sufrió el niño de 9 años al que le explotó un tote en la cara cuando manipulaba pólvora junto a otros menores en el municipio de Galapa, Atlántico.
El niño recibe atención en el Instituto de la Visión del Norte, en Barranquilla , donde ingresó con un edema en la córnea y sangre acumulada, lo cual ha cedido un poco y ha permitido valorar las demás estructuras del ojo y detectar nuevas lesiones.
"En los exámenes que se le realizaron se encontró una leve reabsorción de la sangre y del edema, pudiéndose visualizar que el iris, que es la estructura de color del ojo, está desprendido parcialmente", informó el doctor Humberto Scorza, director médico del instituto.
Esto es una primera secuela del trauma y muestra la gravedad del impacto que sufrió
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El niño presenta ceguera temporal en su ojo izquierdo y los especialistas afirman que aún no es posible determinar si es operable o no, pues es necesario esperar a que ceda la inflamación. Incluso, no se descarta que haya sufrido otras lesiones en el cristalino y en la retina.
Este menor se convirtió en el primer quemado con pólvora en el departamento del Atlántico, a pesar de que aún no llega la temporada decembrina.
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