Médico cordobés asesinado y desmembrado en Tailandia estudió su carrera en Barranquilla

Barranquilla fue una de las ciudades en las que se formó profesionalmente el médico cordobés Edwin Arrieta Arteaga, de 44 años; asesinado y desmembrado en una isla de Tailandia —mientras disfrutaba de unas vacaciones— por el español Daniel Sancho Bronchalo , de 29 años; hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho.

Según se logró confirmar, Arrieta Arteaga realizó sus estudios en medicina en la Universidad Metropolitana de Barranquilla, y luego se especializó en cirugía plástica, estética y reconstructiva en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, donde residió por varios años.

Aunque el médico cirujano de 44 años residía en la ciudad de Montería, ya que prestaba sus servicios en distintas clínicas de esa ciudad, también laboraba entre la ciudad de Bogotá y Chile, por lo que viajaba constantemente hacia el exterior.

En Lorica, Córdoba, lo recuerdan como una persona apasionada por la medicina, buen hijo, buen amigo, solidario y dispuesto a ayudar a las comunidades vulnerables.

"Edwin fue un excelente hijo, excelente hermano, un amigo incondicional. Algo muy importante de resaltar en él es que fue un hombre que luchó para materializar sus sueños", dijo Emilia María Jattin, amiga de Edwin.

Cómo se recordará, el pasado jueves un recolector de basura descubrió una pelvis seccionada e intestinos humanos escondidos en una bolsa de fertilizantes arrojada a un vertedero de la turística isla de Koh Phangan, ubicada en Tailandia, lo que produjo que la Policía comenzara a investigar un posible asesinato.

Daniel Sancho Bronchalo, para entonces, estaba siendo interrogado por la Policía tailandesa, después de que él mismo denunciara la noche del jueves en una comisaría de la isla sobre la desaparición de Arrieta Arteaga, quien supuestamente habría llegado un día antes según su versión.

Luego, en medio de otra testificación tras hallados los restos de Arrieta Arteaga, el español confesó ser el autor del escabroso crimen, asegurando que perpetró el hecho por sentirse "un rehén", pues a las autoridades tailandeses les manifestó que Arrieta Arteaga lo amenazaba y buscaba manipularlo para que fuera su pareja sentimental.

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