La estética y la armonía vocal son el bisturí y las pinzas quirúrgicas que, desde hace nueve años, utiliza el médico otorrinolaringólogo Antonio Ballestas para augurar cirugías de feminización de la voz completamente exitosas no solo en Colombia sino alrededor del mundo.
Con más de 30 años de ejercer la medicina en países de Latinoamérica y Europa, este médico barranquillero le ha cumplido el anhelo a 335 mujeres y mujeres trans de tener la voz que desean y completarle, a la mayoría de ellas, su proceso de transición de género.
Aunque estudió medicina en Barranquilla, Antonio Ballestas se especializó en Costa Rica y sus pininos en feminización de la voz los realizó en Europa, desde donde ha atendido el mayor número de pacientes que llegan desde países como Holanda a intervenirse quirúrgicamente en la capital del Atlántico.
“Este miércoles atendí la paciente número 335 que buscaba feminizar su voz para sentirse más cómoda con ella misma. Le apostamos a eso, a la estética y a que lo que estamos viendo vaya acorde a lo que estamos escuchando”, explicó Ballestas a Blu Radio.
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Ballestas, muy específico en el detalle de feminizar la voz, explicó que “nadie tiene el 100% de éxito en ningún tipo de cirugía".
"Nuestras pacientes nos hacen tener una métrica de satisfacción por encima del 95%, lo que nos lleva a entregarle experiencias exitosas a nuestras pacientes”.
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Cada mensaje que recibe Antonio Ballestas es “un motivo para celebrar el deber cumplido” pues, en medio de su relato a Blu Radio, aseguró que muchas pacientes le han expresado su agradecimiento a través del llanto.
“Podemos ser parte de esas historias de vida que nos llenan de tanta satisfacción porque le cumplimos el sueño a muchas de ellas de tener la voz que desean por su proceso de transición”.
Este proceso de disminuir o adelgazar las cuerdas vocales masculinas para que la voz suene más aguda consta de dos semanas de recuperación y varios meses de rehabilitación.
¿Qué quiere decir esto? Pues que el plazo máximo para notar cambios sería de cuatro a seis meses, sin omitir que a las cuatro semanas de la intervención ya se pueden escuchar pequeños avances en el proceso.
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