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Los buenos modales: Columna de Óscar Montes

El panelista Óscar Montes habló sobre la falta de modales en temas de corrupción.

271177_BLU Radio Óscar Montes - Foto: cortesía Publimetro
BLU Radio Óscar Montes - Foto: cortesía Publimetro

En una época, que hoy parece remota, los padres enseñaban a sus hijos los llamados buenos modales, que no son nada distinto al respeto de los demás. Tan simple como eso.

 

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Se respetaba, por supuesto, a los padres, a los adultos, a los niños, a las damas, a las que se les trataba siempre con afecto y consideración. A una dama no se toca ni con el pétalo de una rosa, escuchaba uno a diario de labios de profesores y de todas las personas adultas.

 

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Los saludos de bienvenida y despedida eran infaltables. Para opinar en una reunión de adultos, cuando nos era permitido, había que pedir permiso. La cortesía era la regla no la excepción. En las escuelas enseñaban Urbanidad y Civismo y  también Historia Patria, donde aprendimos todo lo que nos costó obtener nuestra Libertad.

 

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Hoy, cuando escuchamos a diario tantos casos de corrupción, tanta violencia y tantos muertos, nos preguntamos, ¿no será que nuestra tragedia empezó cuando nos olvidamos de algo tan elemental como los buenos modales?

 

¿Qué llevó a Colombia al fondo del abismo? ¿Que hizo que la sal se corrompiera? ¿En qué momento la Justicia se volvió injusta? ¿Qué hizo que en la Colombia de hoy sea más importante ser corrupto que ser honrado? ¿Qué nos llevó a invertir nuestra escala de valores? ¿Es el narcotráfico, que le puso precio a todo, desde el policía de la esquina hasta la Presidencia de la República, el gran culpable de todo? ¿Qué nos pasó?

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En algún momentos debemos sentarnos a reflexionar como sociedad sobre el origen de esta tragedia que nos agobia. Es necesario que pensemos, todos, en el país que queremos para las futuras generaciones. 

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Y ese país, sin duda,  tiene que ser bien distinto al que tenemos hoy donde, como en el célebre tango Cambalache, de Enrique Santos Discépolo, "cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón". Un país donde "el que no llora no mama y el que no roba es un gil..."

 

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