Bailar el vals como princesas de trajes pomposos y en un elegante salón fue el sueño que la joven estadounidense Sofía Ortiz le cumplió a 30 adolescentes barranquilleras que anhelaban una fiesta de 15 años.
La majestuosa celebración no solo demostró que todo lo bueno es posible, sino que también les dejó un poderoso mensaje de resiliencia a estas quinceañeras que día a día se forman a pulso desde sectores vulnerables de Barranquilla como la Bendición de Dios, Villanueva y Barlovento.
"Nunca pensé tener una fiesta como esta y me siento muy emocionada, no tengo palabras para las personas que nos están haciendo este detalle a todas nosotras, es un sueño que muchas teníamos", expresó Tica Miranda, una de las cumplimentadas.
"La verdad es que no lo esperaba, porque no todas tenemos los recursos necesarios como para festejar una fiesta o al menos un quinceañero que es algo que se necesita demasiado dinero", manifestó también entusiasmada Mariana Manosalva, otra de las quinceañeras festejadas.
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La emoción también embargó a Sofía, la joven de 19 años que sobrevivió a una leucemia y decidió celebrar su nueva oportunidad de vida regalándoles esta fiesta a las quinceañeras.
"Todo esto me demuestra que realmente mi propósito en esta vida es ayudar a la gente y lo estoy logrando, pero aquí no para esto", dijo Sofía.
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Previamente, Sofía estuvo en Barranquilla con su fundación La Vida es Preciosa con la que donó una biblioteca a un colegio público de Las Gardenias y conoció de cerca la realidad de muchos niños y jóvenes vulnerables, de allí surgió esta iniciativa que contó con el apoyo de sus patrocinadores, quienes incluso donaron los 30 trajes para convertir en princesas a cada una de las quinceañeras.
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