Los campesinos del sur del Atlántico advierten que hasta la leche puede llegar a escasear muy pronto si los niveles del río Magdalena, que ya se ubican en 4.5 metros, siguen disminuyendo al ritmo de las últimas semanas.
Los agricultores afirman que el verano apenas comienza y los cultivos ya no reciben suficiente agua y el pasto está seco, razón por la que el ganado ya no tiene con qué alimentarse, está bajando de peso aceleradamente y las vacas no producen casi leche.
Sonia Fontalvo, presidenta de la Asociación de Campesinos del Atlántico, expuso la situación y pidió a la administración departamental que se concrete la construcción de pozos que sirvan de reservorios en épocas de sequía.
"La situación ya es bastante crítica y ahora es cuando los campesinos empezamos a sufrir, porque los jagüeyes se secan, el agua es muy poca y no se ve la producción que necesitamos para esta época", dijo.
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En respuesta a los campesinos, la Gobernación del Atlántico aseguró que está “fortaleciendo los reservorios en 14 municipios del departamento para la protección de la agricultura familiar, campesina y comunitaria”.
"Actualmente estamos construyendo 250 jagüeyes para pequeños ganaderos y agricultores, que nos permitan mitigar de alguna manera el impacto de esta sequía. La idea es que cuando comience a llover en abril o en mayo, ellos tengan cómo recolectar el agua y poder aguantar estos momentos tan duro para nuestros campesinos", manifestó el secretario de Desarrollo Económico, Miguel Vergara.
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En el campo también temen que la temporada seca desate incendios forestales y arrase con sus terrenos. Reiteran el llamado a la comunidad a ser prudentes, sobre todo en sus actividades con fuego al aire libre.
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