Golpes en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo, al parecer propinados por varios uniformados, y luego una presunta violación sexual dentro de la Estación de Policía de Soledad 2000, denunciaron ante la Fiscalía tres jóvenes manifestantes que fueron capturados por disturbios en el sur de Barranquilla.
Según el relato de los denunciantes, primero fueron llevados a un CAI por parte de varios policías que los mantuvieron bajo amenazas de muerte por enfrentarse a piedras con la Fuerza Pública.
Después de esto, los jóvenes fueron trasladados a la URI de la Fiscalía y de allí enviados a la Estación de Policía de Soledad 2000, donde, afirman, los reclusos los golpearon, los obligaron a desnudarse y los abusaron sexualmente al ingresar a las carceletas.
"Una vez conocida la denuncia se apertura una investigación de instancia disciplinaria para establecer responsabilidades por los presuntos sucesos manifestados", informó el coronel Carlos Cabrera, subcomandante de la Policía Metropolitana.
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Los tres jóvenes fueron detenidos durante los desmanes que se registraron la noche del pasado 21 de mayo en la avenida Circunvalar con Murillo.
Un juez legalizó su captura por los delitos de violencia contra servidor público y obstrucción en vía pública; sin embargo, la Policía llamó la atención en que ellos no refirieron ningún tipo de violación durante la audiencia.
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"Durante la audiencia de control de garantías no manifestaron absolutamente nada delante del juez, cuando era la gran oportunidad de decir que tuvieron alguna novedad en las carceletas. Sin embargo, en la Policía Nacional estamos abiertos a responder a cualquier requerimiento que tenga la Fiscalía o el Ministerio Público", agregó el coronel Cabrera.
Por el caso, Caribe Afirmativo, la organización que defiende los derechos de la comunidad LGTB, brinda acompañamiento jurídico y psicosocial a las víctimas, al tiempo que exige a las autoridades esclarecer el hecho que, a su parecer, "refleja una violencia por prejuicio contra uno de los jóvenes en razón de su orientación sexual por parte de la Policía".
"Los agresores afirmaron, durante la ejecución de los hechos, que sus actos eran realizados para enviar un mensaje a los manifestantes y, en especial, a las personas LGBT, asunto que evidencia una violencia desproporcionada y desmedida contra las personas con una orientación expresión e identidad de género diversa y quienes en el marco de la protesta social son mayormente vulnerados por la fuerza pública", expresó la organización.
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