Son alrededor de 50 familias las que resultaron afectadas debido a las pérdidas de cultivos de girasol que se han ahogado o arrancado de raíz durante los recientes aguaceros en el Atlántico.
Sonia Fontalvo, presidenta de la Asociación de Campesinos del Atlántico, contó que en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron los vistosos campos amarillos con los que pretendían atraer al turismo a Baranoa y sacar el sustento económico para sus familias.
"Ese aguacero arrasó con todo el cultivo de girasoles, nos dejó tristes y acabados, se perdieron todo lo que teníamos florecido y afectó mucho a los vendedores que tenemos a de los restaurantes", afirmó Fontalvo.
Esto pasó justo cuando se había anunciado el regreso de la Ruta del Girasol, esta vez, en Galapa, donde hay un nuevo campo de girasoles en el corregimiento de Paluato, donde se sembraron 90.000 semillas en 14.000 metros cuadrados.
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Desde que la Ruta del Girasol se inició, más de 40.000 visitantes han recorrido los campos amarillos que embellecen al departamento, reactivando así el turismo y la economía de los municipios. La experiencia de visitar los cultivos está acompañada de la venta de productos artesanales, gastronomía, emprendimientos familiares y mercado de la zona.
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