En términos generales, la jornada de movilizaciones en Barranquilla transcurrió en calma. Ambas marchas programadas para la tarde del lunes, tanto la de los estudiantes como la de las centrales obreras, llegaron tranquilas a su destino en la Plaza de la Paz.
Después de caminar por más de tres horas, decenas de universitarios se apostaron en la intersección de la carrera 46 con calle 53, bloqueando la troncal de Transmetro a la altura de la estación Catedral, pero al final el tráfico fue restablecido sin el uso de la fuerza.
En principio, durante el recorrido que los jóvenes hicieron desde Caribe Verde por el sur de la ciudad, destruyeron las vallas que habían sido instaladas hace unas semanas en apoyo al expresidente Álvaro Uribe.
Además hicieron grafitis en algunas paredes y luego lanzaron arengas contra la Policía en el CAI Las Mercedes y en la sede la Sijín, pero no pasó a mayores ni hubo enfrentamientos con la fuerza pública.
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Mientras tanto, de manera simultánea, maestros y centrales obreras avanzaron en caravana a bordo de más de 100 vehículos por el norte de la ciudad, en una movilización que, vale la pena resaltar, fue completamente pacífica.
Además del rechazo a la violencia policial, tanto trabajadores y estudiantes marcharon por el inconformismo producto de los despidos masivos, la mala prestación del servicio de salud, la reforma pensional y hasta el desempeño mismo de empresas de servicios públicos como Electricaribe.
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