En una camilla de la IPS Bienestar murió Tulio Noriega, el paciente de 78 años que desde la noche del domingo salió de su casa en una ambulancia y en busca de una clínica de Barranquilla donde le pudieran ofrecer oxígeno y tratamiento para la deficiencia respiratoria que presentaba.
Dalin Noriega, nieta del paciente, recordó que llegó a esta clínica porque allí atienden a usuarios de la Nueva EPS como su abuelo, peroel vigilante hasta sacó su arma de dotación para evitar que lo ingresaran, porque ya no tenían más disponibilidad en este centro asistencial.
"Lo trasladamos casi por toda Barranquilla y en ninguna clínica lo aceptaban porque no tenían bala de oxígeno, pero tampoco le daban los primeros auxilios. En últimas nos fuimos para la clínica de la Nueva EPS y el vigilante era el que estaba decidiendo quién entraba y quién no. A mi abuelo le estaba dando un paro respiratorio en la puerta de la clínica y la EPS no se movía", contó Dalin.
Según el testimonio de los familiares, a este paciente lograron ingresarlo a la clínica Bienestar, pero allí pudo ser conectado a una bala de oxígeno a la mañana siguiente. Luego, dado sus bajos niveles de oxígeno, su estado de salud desmejoró, obtuvo una orden de remisión, pero antes de que consiguiera una cama, falleció.
"A mi abuelo me lo tuvieron toda la noche sin una bala de oxígeno, su saturación llegó a 55 (lo normal es por encima de 95), y él solito luchó y luchó hasta que subió a 75. Después le pusieron oxígeno, pero lo tenían en una camilla esperando una cama, me decían que ya la orden de remisión estaba y nunca lo movieron", añadió Dalin.
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Barranquilla y el Atlántico se mantienen en alerta roja por la alta ocupación hospitalaria. En la ciudad, la disponibilidad de camas de cuidados intensivos es del 13%, mientras que, en la red hospitalaria departamental, sólo quedan disponibles el 7% de las camas habilitadas.