El flagelo de la extorsión con el que las bandas delincuenciales vienen azotando a los comerciantes del Atlántico estaría detrás del asesinato del tendero José Gregorio Rojas Salazar, ocurrido en el barrio Nuevo Milenio, del municipio de Soledad, Atlántico.
Familiares de la víctima afirmaron que este hombre, de 32 años, fue baleado en La Bendición de Dios, la misma tienda donde trabajaba. Allí le dispararon unos delincuentes que momentos antes habrían estado recorriendo el barrio y exigiendo dinero a los comerciantes.
Orlando Jiménez, directivo de Undeco, Atlántico, afirma que es tan fuerte la presión que ejercen las bandas sobre los dueños de los establecimientos de comercio que cada vez son menos los que se atreven a denunciar.
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"Si bien es cierto que se están capturando a los extorsionistas, la problemática sigue y nos preocupa que en los últimos meses las denuncias por este flagelo han disminuido ostensiblemente. El temor que tienen nuestros afiliados los lleva a no acudir a las autoridades, porque los amenazan con que van a atentar contra su vida si dicen algo", cuenta Jiménez desde la Unión Nacional de Comerciantes.
La víctima de Nuevo Milenio era extranjera, pero hace cinco años se había radicado en Colombia y desde el año pasado se ganaba la vida en la tienda donde lo asesinaron.
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