Este viernes se cumplió la audiencia pública de perdón y reconocimiento de la Sala de Justicia y Paz en el coliseo cubierto Suggar Baby Rojas de Barranquilla. Los exjefes paramilitares Salvatore Mancuso, Edgard Ignacio Fierro y José Gregorio Mangones, pidieron perdón a más de 400 víctimas del conflicto armado en el Atlántico.
Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar desmovilizado en el año 2006 y extraditado en 2008, fue el primer postulado en iniciar el diálogo directo con las víctimas a través de una videoconferencia desde una cárcel en los Estados Unidos.
Mostrándose consciente del dolor de las víctimas, aseguró sentirse arrepentido de las órdenes y las responsabilidades que causaron dolor en cientos de víctimas del conflicto armado en el país.
"Me llena de profunda tristeza, pero también de dolor, vergüenza y arrepentimiento, todo este dolor que sigue vivo y latente en ustedes. Para mí, además de doloroso, significa un compromiso con las víctimas, sus familiares y amigos", dijoMancuso.
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Asimismo, Mancuso aprovechó el espacio para asegurar lo siguiente:
"Es un compromiso inquebrantable por el resto de mi vida, un compromiso de no repetición, de vinculación directa a ustedes en lo que pueda hacer para resarcir ese daño causado".
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Para Edgard Ignacio Fierro, otro exjefe paramilitar y quien asistió de manera presencial, los minutos fueron más largos para hacer una serie de propuestas en las que mencionó la reparación territorial y algunos aportes al proceso de paz.
"Es importante que sean devueltos esos territorios que les arrebatamos a cientos de campesinos en el país. Sí queremos hablar de reparación, tenemos que hablar de la devolución de la tierra", expresó.
Entre tanto, José Gregorio Mangones, exjefe del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, y comandante de la estructura William Rivas en el Magdalena, detalló algunos de los delitos de lesa humanidad que cometió durante las órdenes entregadas para comprometerse a la no repetición.
"Las violaciones a los derechos humanos por homicidio, extorsión, desplazamiento, tortura, desapariciones, entre otros; me llevan a pedirles perdón por las órdenes que entregué cuando fui comandante de la estructura William Rivas. En nombre de ellos pido perdón a las víctimas".
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La sentencia priorizada de 2014, que condenó a los exparamilitares postulados a la Ley de Justicia y Paz, reconoció a 1.750 víctimas, de las cuales 458 provenientes de los municipios del departamento, incluida la capital Barranquilla, aceptaron hacerse presentes en el acto que contó con acompañamiento psicosocial y protección especial para que no se produzca una acción con daño.
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