No cesa la horrible noche para los damnificadospor las lluvias en el departamento del Atlántico, pues con cada gota de agua que cae, el inminente riesgo que corren los municipios, sobre todo los del sur del departamento, se agudiza conforme avanza la temporada.
La gobernación del Atlántico confirmó que a 9.000 ascendió el número de familias damnificadas en el departamento, en medio de la crítica ola invernal que arrecia con gran fuerza en la región Caribe para esta época del año.
Municipios como Malambo, Baranoa, Palmar de Varela, Piojó, Sabanalarga, Repelón, Santa Lucía y Manatí continúan en “alerta máxima”, junto con otros 11, por las fuertes lluvias que se han ido registrando.
La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, confirmó que “son 9.000 los damnificados que tenemos en el departamento, pues ha llovido mucho y esto desborda la capacidad de los arroyos, los canales y los cauces”.
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Además, precisó que “cuando llueve se manera continúa llega un punto en el que los canales no soportan el agua y por eso se producen los desbordamientos y es la situación tan crítica que estamos viviendo los atlanticenses”.
Emergencias en municipios del Atlántico
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Para los habitantes del municipio de Sabanalarga, Atlántico, la noche del sábado fue “caótica”, ya que 33 barrios quedaron sumergidos en el agua tras el desbordamiento de un fuerte caudal que arrasó con todo a su paso, situación que no se presentaba desde el año 2010, según relataban los habitantes afectados.
Con baldes en mano, la comunidad trataba de evacuar las aguas de las viviendas para evitar la pérdida total de enseres, cuyo nivel del agua podía alcanzar, incluso, las rodillas de muchas personas de los barrios.
Otra emergencia advertida fue la que se presentó en el municipio de Repelón, Atlántico, tras el desbordamiento del arroyo Zapata, un temible caudal que inundó las viviendas de 150 familias, que se suman a las más de 100 que ya estaban afectadas en medio de la crítica ola invernal que golpea al Caribe.
Las mayores afectaciones se presentaron en los barrios San Miguel y Kennedy, lo que para Wilfrido García, alcalde de Repelón, “era una tragedia anunciada”, pues recordó que pese a que la obra fue aprobada en noviembre de 2021, continúa sin ser ejecutada por el Gobierno Nacional.
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En Sabanagrande, Atlántico, algunos sectores también resultaron inundados por el estancamiento de las agua que “‘no tienen” por donde salir”, según manifestó la comunidad afectada, cuyo censo aún no se conoce.
En barrio el Porvenir (Loma de Pilo), el deslizamiento de una parte de la ladera y el taponamiento del Arroyo Grande inundaron gran parte de las viviendas de la comunidad, debido a que confluyen allí dos caudalosos arroyos más: Monotillo y Juan de Acosta.
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En el corregimiento de Chorrera, Juan de Acosta, alíñenos 13 viviendas tuvieron que ser desalojadas debido al deslizamiento de la Pradera, cuyos habitantes piden una pronta reubicación, pues en zonas de albergue “no hay cama para tanta gente”.
Mientras tanto, en los municipios de Sabanalarga, Repelón y Luruaco un fuerte vendaval dejó sin el servicio de energía eléctrica a dichas poblaciones, pues las fuertes ráfagas de viento se llevaron al suelo parte del cableado eléctrico en esta zona del departamento.
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