Como una medida para evitar aglomeraciones en época de precarnaval y carnaval, el alcalde de Sabanagrande, Gustavo de la Rosa, prohibió la realización de fiestas en las calles y establecimientos comerciales.
La decisión fue tomada luego de que en esta población del Atlántico, en solo ocho días, pasaran de tener cinco casos positivos de COVID-19 a tener 41, y de no registrar muertes a causa del virus desde septiembre pasado, a tener uno en la primera semana de enero del 2022.
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Así las cosas, a los establecimientos comerciales se les permitirá tener música con un volumen máximo de 60 decibeles, lo que equivale al ruido que produce un grupo de gente conversando en voz muy alta o al de un restaurante abarrotado.
“Ver ríos de gente llegando a los conciertos era visto con buenos ojos porque estábamos autorizados a la reactivación económica y a esa apertura, pero en estos momentos, con estas advertencias que nos hacen autoridades sanitarias y la procuraduría que los alcaldes vigilemos y garanticemos la no aglomeración en eventos públicos y privados, nos queda muy complicado vigilar quién usa tapabocas y quién no”, manifestó Gustavo de la Rosa, alcalde de Sabanagrande.
La medida contempla, además, que los establecimientos deberán cumplir con un aforo del 70 % y la exigencia del carné de vacunación.
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El incumplimiento de los protocolos de bioseguridad dará lugar de manera inmediata al cierre de establecimiento y sanciones que haya lugar