La Alcaldía de Barranquilla, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud no consideran que la capital del Atlántico esté en riesgo de padecer, por ahora, un segundo pico de la pandemia de COVID-19 a pesar del repunte que han mostrado las cifras de contagio en las últimas dos semanas.
Por tal motivo, medidas restrictivas como toque de queda o ley seca no son contempladas en principio por las autoridades para el mes de diciembre.
Sin embargo, la Alcaldía y la Policía estarán vigilantes del cumplimiento de recomendaciones como que las reuniones familiares no superen las diez personas y que se respete la prohibición al consumo de licor en espacio público.
Las reuniones familiares deben, si es posible evitarse, eso debe estar claro, pero si no, hacerlas con el núcleo con el que siempre te ves, y en sitios abiertos y ventilados. No queremos que en una casa haya más de diez personas.
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En rueda de prensa, el alcalde pidió no comparar la situación de Barranquilla con la de otras capitales porque las condiciones de contagio durante la primera ola de la pandemia, que tuvo su pico en mayo y junio, son diferentes.
No todos nos podemos comparar porque no todos tenemos las mismas condiciones. El estado de Barranquilla no es comparable con ciudades que no han tenido nuestro nivel de contagio.
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"Las fotos de las aglomeraciones son pocas, son puntos negros en una pared blanca. Lo que está sucediendo en estos días es previsible, estaba en nuestras cuentas", sostuvo.
Pumarejo explicó que el estudio de seroprevalencia realizado por el INS determinó que en tres de las cinco localidades de la ciudad, Suroccidente, Suroriente y Metropolitana, hay ya poco riesgo de contagio masivo. Lo que sí ocurre en Norte Centro Histórico y Riomar.
Dijo que de las 1.500 pruebas diarias, solo el 26% es de gente que pide el examen. Las demás corresponden a búsquedas activas de la Secretaría de Salud.
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El viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, afirmó en la misma rueda de prensa que "Barranquilla tiene menos riesgo que gran parte del país, pero eso no significa que tengamos que descuidarnos".
Marta Ospina, directora del INS, calificó el estudio de seroprevalencia realizado en la ciudad como una "medida objetiva del estado de inmunidad de la población, ya que se detectan anticuerpos que solamente pudo haber desarrollado una persona que tuvo COVID-19 así haya sido asintomática".
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"La muestra representa la realidad de Barranquilla, y mínimo el 51% y máximo el 60% ya tiene algún grado de inmunidad", agregó.
Sin embargo, la funcionaria hizo énfasis en el cuidado con el otro 40% de la población que no ha adquirido la enfermedad porque se trata, en su mayoría, de adultos mayores y personas con comorbilidades.