Dos de los principales protagonistas de recientes escándalos judiciales y políticos ahora se encuentran enfrentados por cuenta del único espacio de reclusión habilitado en el Batallón Vergara y Velasco de Malambo, Atlántico, en donde ambos quieren permanecer detenidos.
La historia es la siguiente: hace una semana fue trasladada a ese batallón la excongresista Aida Merlano , condenada por corrupción electoral y ficha clave de varios escándalos de la política barranquillera y nacional.
Merlano fue conducida al Batallón Vergara y Velasco, luego de las denuncias de sus abogados, según las cuales, estaba en marcha un plan para asesinarla en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, tras haber sido deportada desde Venezuela.
Las cosas se complican ahora, porque Emilio Tapia , el condenado cabecilla del llamado Cartel de la Contratación y actualmente detenido por el escándalo de “Centros Poblados”, pretende vía judicial, su traslado al mismo batallón, en donde únicamente hay un espacio de reclusión. Que bien puede ser o solo para hombres o solo para mujeres.
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De acuerdo con el juez Primero Promiscuo Municipal de Malambo, Tapia tiene a su favor el fallo de una tutela del 3 de junio de 2022 en la que por arraigo familiar se ordena su reclusión en Barranquilla.
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Pese a que esto se cumplió con su envío al pabellón de funcionarios públicos de la cárcel El Bosque, el excontratista habría quedado en situación de vulnerabilidad a partir del cierre de tal pabellón en semanas anteriores, lo que requirió su envío a otra celda en la que comparte estancia con reclusos de delincuencia común.
La situación estaría, según el juez, exponiendo a Tapia, por lo que ordena al Ejército que le brinde protección, vigilancia y custodia en este batallón mediante un auto el pasado 9 de junio, pero en el Vergara y Velasco, como en la canción del Gran Combo, “no hay cama pa´ tanta gente”.
Ante esta situación, el Ejército impugnó el fallo el pasado miércoles, pero rápidamente el juez respondió negando el recurso. Ahora a la entidad solo le queda un camino: apelar ante la imposibilidad de cumplimiento de la tutela.
Este se convertirá en el segundo desacato de la entidad en menos de una semana, ante fallos que le ordenan recibir en los centros de reclusión militar a civiles asociados a escándalos de corrupción, pues algo similar sucede con el exmagistrado Jorge Pretelt, por quien un juez ordenó su envío a la Brigada 11 de Montería. Por este caso desde Blu Radio conocimos que también apelarán la imposibilidad de cumplimiento de la tutela.
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Por ahora, Aida Merlano parece que se convirtió en una inquilina tranquila, que evita pedir favores personales y quien, incluso, pasaría varias horas al día en su habitación mientras se recupera de varios problemas emocionales que le habría generado el proceso de su fuga y recaptura de los últimos años.
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