A Gabriela Spanic la tildan de ser adicta al quirófano. Unas recientes fotografías que compartió en sus redes sociales dejan en evidencia que tiene sus pómulos más abultados, sus labios más gruesos y la mirada más levantada, en comparación con la imagen que la hizo popular en latinoamérica, hacia 1998, cuando protagonizó La Ursurpadora.
La actriz, quien completa 29 años de carrera artística, ha asegurado a medios de comunicación en diferentes ocasiones que su belleza es natural y que nunca ha pasado un bisturí por su rostro.
Sin embargo, las fotografías que últimamente comparte en redes se ven rodeadas por las preguntas de si se operó el rostro, al notarse un cambio trascendental en sus facciones.
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