El alza de la canasta familiar, además del consumidor final, también la sienten los pequeños comerciantes y tenderos. En la ciudad de Barranquilla, por ejemplo, la tradicional la venta de fritos se ha visto amenazada por el alto valor de los insumos.
Algunos vendedores han optado por eliminar los fritos que contienen queso , y vender solamente los que tienen carne y pollo, otros mantienen toda la oferta en sus vitrinas pero con un valor más elevado.
“Diariamente vendía 20 empanadas, 15 deditos, y buñuelos, productos que he dejado de vender porque el queso está demasiado caro. Me toca vender sólo los que tengan carne y pollo. Antes la libra del queso estaba en 7.000, ahora está hasta en 12.000”, señaló la vendedora Erika Berrío, quien asegura que hace tres meses decidió dejar de comercializarlos porque ni los proveedores le surten.
“El alza nos ha afectado en toda la producción, no solamente el queso, sino el maíz que ha subido el doble, un fruto hace un año costaba 1.500 ahora cuesta 2.500. Así que si antes compraba 10 fritos, ahora podrá comprar 4”, destacó el comerciante Arnulfo Sánchez, quien sigue vendiendo fritos, pero a un valor más elevado.
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Desde el gremio de los tenderos aseguraron que la sequía y los incrementos que, se presentaron incluso, desde los últimos meses del año anterior, es una de las causas de las significativas alzas en los productos perecederos.
“Los productos perecederos, por el verano que atravesamos, ha jalonado el costo de vida. Por los menos la leche y el queso han tenido incremento, las frutas, verduras hay casos que llegan al 100% del aumento”, señaló Orlando Jiménez, representante de comerciantes en Barranquilla.
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Señalan que en el caso de los lácteos, dado que no hay producción en las ciudades del interior, las marcas de la región aprovechan la escasez del producto para aumentar el precio.
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