Casi a la intemperie han tenido que dormir más de 120 familias de Usiacurí tras el paso de un vendaval que azotó al centro del Atlántico , en especial a este municipio, donde decenas de viviendas quedaron destechadas por las fuertes brisas que arrasaron con láminas de zinc y eternit.
El fenómeno también provocó caída de árboles y redes eléctricas que afectaron, inclusive, la prestación del servicio de energía en algunos sectores y, debido a la magnitud de los daños, el municipio declaró la calamidad pública.
A raíz de las afectaciones, la subsecretaria de Gestión del Riesgo del Atlántico, Candelaria Hernández, aseguró que la administración departamental está presta a brindar ayuda en cuanto se adelanten los trámites correspondientes.
"Nos reportaron en total 128 familias afectadas en más de 10 barrios. Ya se encuentran terminando los documentos que deben remitir para solicitar al departamento los ayudas", indicó.
Publicidad
Teniendo en cuenta la temporada de ciclones, las autoridades recomiendan a las familias tomar precauciones en casa, como asegurar los techos debidamente y no solo con piedras para evitar que vuelen con las fuertes brisas.
Escuche el podcast Emprender, fallar y triunfar:
Publicidad