Adiós a un héroe, adiós a un amigo, a un hermano y a un padre que entregó su vida en cumplimiento de su servicio, fueron algunas de las frases que se escucharon en el sentido homenaje que le rindieron al sargento del cuerpo de bomberos de Barranquilla Javier Solano, quien murió la madrugada del miércoles durante la explosión del primer tanque cargado con gasolina en los puertos de Compas, en la vía 40, en Barranquilla.
El homenaje póstumo le fue rendido, durante la tarde de este viernes en la estación 11 de Noviembre donde estaba adscrito. Allí uno de sus compañeros le dedicó una serenata, mientras que el capitán Jaime Pérez, comandante del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla, lo despidió dándole las gracias por su entrega y amistad.
El ataúd con el cuerpo del sargento fue subido a una de las máquinas del Cuerpo de Bomberos y partieron rumbo al cementerio Parque Los Olivos, en la Vía al Mar, donde finalmente fue sepultado.
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Entre tanto, el alcalde Jaime Pumarejo, tras anunciar el control del fuego en el último tanque que permanecía encendido, señaló que elevaron una plegaria por su descanso, al tiempo que anunció que la estación de bomberos a la que estaba adscrito, ahora llevará su nombre, Javier Solano. Adiós y hasta siempre.
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