Técnicos forenses de Medicina Legal de Barranquilla, Cali y Bogotá viajaron a Santa Marta para trabajar en el análisis e identificación de los cuerpos desmembrados encontrados dentro de cuatro sacos en zona rural del Riohacha.
Aunque aún no hay certeza de cuántas son las víctimas, una de las hipótesis que ha surgido en el caso tiene que ver con que los cuerpos pueden corresponder a tres campesinos de Corozal, Sucre, quienes están desaparecidos desde el pasado 29 de abril.
Estas personas salieron del municipio para hacer un recorrido por Barranquilla, Santa Marta y Buritaca, donde comprarían cálculos biliares de los bovinos, es decir, esas piedras que se forman en la vesícula del ganado y que son vendidas para fabricación de sim card y microchip y hasta como materia prima para la elaboración de fármacos y cuyo precio por gramo puede costar hasta $250.000.
Luis Monroy, hermano de Jaime Antonio Monroy, uno de los desaparecidos, aseguró que los padres de los otros desaparecidos fueron llamados esta mañana para que se practicarán con urgencia una prueba de ADN que permita establecer o descartar una relación con este caso
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“Lo último que supimos fue que llegaron a Buritaca, de ahí para adelante no hemos tenido más noticias de ellos. La mañana de este martes los investigadores llamaron a mi papá para que se practicaran una prueba de ADN en la sede más cercana de Medicina Legal”, contó Luis Monrroy.
Mientras avanza la investigación la Policía no descarta que el macabro caso obedezca a una retaliación del Clan del Golfo y Los Pachenca, bandas que operan en la zona.
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