Ante un juez, la enfermera Greissy Hernández Hernández reconoció haber asesinado de 10 puñaladas a su esposo, mientras él dormía en su apartamento, en el barrio La Pradera de Barranquilla.
El hecho se registró en la madrugada del pasado 8 de julio y dejó consternada a la ciudadanía de la capital del Atlántico.
Aunque el mismo día del asesinato la mujer, de 29 años, aseguró que un sobrino de la víctima había sido el responsable del crimen, las pruebas que recaudó la Fiscalía 11 Especializada la llevaron a ser judicializada.
Durante la audiencia de imputación de cargos, ella aceptó el delito de homicidio agravado.
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"Me dejé llevar por el dolor, después de que él me agredió yo igual lo hice. No debí hacerlo, pero cabe recalcar que él les pegaba a mis hijos, los niños saben y lo dicen, que él también abusaba de la última nena", confesó Hernández.
"Yo acepto los cargos de manera libre y voluntaria, pero igual quiero pedirles disculpas a la familia de la víctima", agregó.
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A su turno, el representante de las víctimas pidió respeto por la imagen y memoria del fallecido identificado como Jhon Acosta Castillo, contador de profesión y acordeonero.
El abogado aseguró que la homicida tiene una nueva pareja sentimental, quien estaría relacionada con el crimen.