Continúa siendo compleja la situación en el canal de acceso al puerto de Barranquilla, debido a la alta sedimentación y condiciones atmosféricas, razón que demandó de la dirección general marítima, a través de la Capitanía de puerto, determinar un calado máximo de 6.2 metros, para el ingreso y salida de buques.
La misma problemática ha impedido el desarrollo de los trabajos de remoción, ya que la draga Bartolomeu Dias solo podrá comenzar a operar en Bocas de Ceniza, cuando finalicen los trabajos de relimpia en la zona para garantizar su seguridad náutica.
"Obviamente nadie quiere un daño en la draga que pueda ser aún peor para el puerto y lo que hemos pedido a Cormagdalena es que se miren otras opciones. Es una situación bastante crítica, es un calado que prácticamente nos cierra el puerto. Muy grave para la ciudad de Barranquilla que depende básicamente de las exportaciones e importaciones", señaló Lucas Ariza, presidente de Asoportuaria.
Dada la emergencia, Cormagdalena convocó a una mesa técnica a las autoridades portuarias y distritales, para buscar soluciones conjuntas a la navegabilidad del río Magdalena, y la operatividad de la Zona Portuaria de Barranquilla.
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"Estamos trabajando para buscar la mejor solución al equipo que debe realizar el dragado en el canal de acceso a la zona Portuaria de Barranquilla. La draga está a la espera del reinicio de labores por las altas tasas de sedimentación", trinó Cormagdalena en su cuenta de Twitter.
La capitanía informó que todas las motonaves superiores a 180 metros de eslora y/o calado de 6.2 metros tendrán previo análisis de las condiciones para su ingreso y agregó que realizarán análisis en la maniobrabilidad de cada embarcación que se encuentre sobre los límites máximos permitidos y se informará sobre los avances del sector, de acuerdo con las intervenciones y afectaciones que se vienen presentando, como también sobre las consideraciones de seguridad que requieran ser adoptadas.
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