El regreso a clases de manera presencial en Malambo arrancó a medias por cuenta de un grupo cercano a los 500 estudiantes que deben ingresar a primaria y que no han sido matriculados por sus padres en ninguna institución educativa oficial.
Se trata de menores que en su mayoría culminaron la etapa inicial y de primera infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pero que ante los cierres por la pandemia no volvieron a ser llevados por sus padres a las escuelas, desde marzo de 2020.
La secretaria de Educación de Malambo, Lilia Fernández, ha ido junto con su equipo, puerta a puerta, buscando a estos menores en las residencias que reportaron tener en su momento, para conversar con los padres y establecer un acuerdo para el retorno de los niños a la escolaridad.
“Estamos llegando a sus hogares, porque nuestro compromiso es garantizar que todos nuestros niños y jóvenes ingresen al sistema educativo", precisó la funcionaria.
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La estrategia fue denominada "Yo no abandono" y busca garantizar el ingreso de todos los niños y niñas al sistema educativo municipal; en medio de la deserción que se ha dado a partir de los trastornos que sufrió el calendario académico por la virtualidad.
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