A pesar de que la capital del Atlántico es una de las ciudades líderes en reactivación económica, el director del DANE , Juan Daniel Oviedo, advierte que en los últimos dos años los ingresos en los hogares barranquilleros se han reducido hasta en un 20%, pues la gente está trabajando más por menos dinero.
"En 2019, una persona que trabajara en actividades de alojamiento y servicios de comida, como hoteles o restaurantes, se hacía al mes 670.000 pesos. Pero en 2021, por esa misma actividad económica, una persona solo está devengando 560.000 pesos", explicó Oviedo.
"Eso significa que la gente puede que sí esté trabajando y por eso Barranquilla es la segunda ciudad con menor desempleo en el país, pero al estar trabajando por menos dinero y los alimentos costando más, pues vamos a estar expuestos a una vulnerabilidad alimentaria que es evidente a partir de estas cifras", indicó.
La situación se agrava en los sectores informales, donde el mototaxismo, la venta de fritos y los servicios de peluquería concentran la tasa de ocupación, pero no generan suficientes ganancias.
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El DANE reitera que el panorama de Barranquilla es preocupante, porque a pesar de ser clave en la recuperación económica, no ha sido posible mejorar los índices hasta el punto de retornar a los mismos niveles de prepandemia.
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