"Aspirantes a Fiscal General pasan al tablero": editorial de Ley del Montes

La escogencia del nuevo Fiscal General de la Nación por parte de la Corte Suprema de Justicia no es un asunto menor. Todo lo contrario: se trata de la decisión más trascendental que tomará el alto tribunal en los últimos años. La Fiscalía General se ha convertido no sólo en una de las entidades más poderosas del país, sino en una de las que maneja mayor presupuesto, así como una nómina bastante generosa.

Hoy pasarán al tablero de la Sala Plena de la Corte Suprema los aspirantes ternados por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos. El sucesor de Eduardo Montealegre deberá tener el respaldo de 16 de los 23 magistrados de la Corte. Néstor Humberto Martínez, Mónica Cifuentes y Yesid Reyes –los aspirantes- son reconocidos juristas y con una amplia trayectoria en el ejercicio profesional.

Martínez tiene una hoja de vida llena de logros y distinciones. Ha sido ministro en diferentes gobiernos y en distintas carteras, y goza de gran prestigio como litigante y consultor. Cifuentes se ha desempeñado como asesora de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz en La Habana y tiene también una destacada trayectoria en el campo del Derecho. Y Reyes ha sido catedrático universitario por varios años y se desempeñó como ministro de Justicia del actual Gobierno.

Aunque fueron ternados por el Presidente Santos, su probidad hace pensar que quien resulte elegido sabrá marcar distancia e independencia del Ejecutivo, sin que ello significa mantener con el Gobierno relaciones inamistosas o poco cordiales.

En los actuales momentos lo que más le sirve al país es un Fiscal General con plena autonomía e independencia, que entienda que la entidad a su cargo no es un apéndice del Gobierno y que no es un subalterno del Presidente de la República. Un Fiscal General con el carácter suficiente para afrontar y derrotar la corrupción que carcome al país, tanto en el sector público como en el privado.

El cumplimiento de esos requisitos –entre otros- será prenda de garantías para el buen desempeño de las funciones de quien suceda a Eduardo Montealegre en la Fiscalía General, cuyo paso por esa entidad –como se recuerda- estuvo acompañado de todo tipo de polémicas y controversias.