Los sueños del joven ingeniero Rafael Hernán Lindo Vargas, de 25 años, por ser algún día jugador del Junior de Barranquilla se apagaron este sábado en horas de la noche, luego de recibir un balazo en la espalda que acabó con su vida, en medio de un atraco del que fue víctima en el barrio Villa Carolina.
Lindo Vargas, oriundo de La Guajira y quien residía con sus padres desde hace varios años en la capital del Atlántico, regresaba a casa con su madre sobre las 10:00 de la noche luego de cenar cuando, de repente, fueron abordados por hombres que se movilizaban en un vehículo, uno de ellos se bajó y los intimidó con su arma de fuego para despojarlos de sus pertenencias.
En ese momento, el hombre intentó arrebatarle el celular a su madre tirándola al piso y, cuando Rafael Hernán se agachó para ayudarla, allí habría recibido el impacto de bala según la información preliminar.
El coronel Cesar Sarabia, subcomandante de la Policía, confirmó que se ofrece una recompensa de hasta $50 millones por información sobre el responsable.
Entre la Policía y la Alcaldía de Barranquilla ofrecemos una recompensa de hasta 50 millones de pesos a quien brinde información que permita la identificación de los responsables de este hecho. Este crimen no quedará en la impunidad
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Del joven de 24 años, además, se conoció que laboraba en la clínica San Vicente y era egresado del programa de ingeniería industrial en la Universidad Autónoma del Caribe, hasta donde llegó para entrenar con el ‘Fantasma’ Ballesteros e iniciar su recorrido con Uniautónoma Fútbol Club.
Con este, ya son dos los jóvenes ingenieros que mueren en Barranquilla en medio de atracos en tan solo 40 días, recordando el asesinato de Jack Ramírez Comas, de 23 años, a quien le dispararon en la cabeza para robarle su carro en el barrio Las Mercedes el pasado 01 de noviembre.
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