En Villa Serena, municipio de Soledad, encontramos a la mamá más orgullosa hoy en Colombia, Miladys Zambrano. Es la mujer que trajo al mundo al nuevo medallista olímpico Anthony Zambrano y quien forjó a este atleta con el sacrificio y la tenacidad de una madre soltera.
"Estoy feliz, dichosa, yo sé que soy llorona, pero él solo me da lágrimas de alegría porque sí, soy la mamá más orgullosa de este mundo", expresó la emotiva madre.
Prueba de la superación de Anthony es que le permitió a su madre verlo competir en unos Olímpicos y hasta ganar una medalla en un televisor más grande, como él se lo prometió.
"La meta era verlo ahí en esos Olímpicos a lo grande. Cuando él compitió en el Mundial de Atletismo nosotros no teníamos una buena capacidad económica, solo teníamos un televisor pequeñito y ahí lo vi, pero después Anthony me dijo: mami, no te preocupes, que yo te voy a comprar otro televisor para que me veas en una pantalla grande triunfando en los Olímpicos, porque me vas a ver montado en ese podio", contó.
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Anthony ha conseguido todo lo que se ha propuesto con una carrera de sacrificios. El hijo único de Miladys llegó a correr descalzo, pero hoy colecciona zapatos.
"Él corrió descalzo porque yo no tenía para comprarle un par de zapatos si se dañaban, no me alcanzaba para comprarle ni un par de medias. Recuerdo que, cuando él tenía 9 añitos, le gustó un par de zapatos, pero costaban 200.000 pesos y eso era todo lo que yo tenía para comprarle la ropa de diciembre, entonces a esa edad me prometió que él iba a trabajar muy duro para comprarse todos los zapatos que quisiera", sigue narrando.
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A propósito de anécdotas, vale resaltar la razón por la que el atleta de 23 años hoy afirma que su madre fue su primera entrenadora.
"(Risas) Lo que pasa es que Anthony fue muy hiperactivo, él hacía demasiadas travesuras y me hacía unas que yo solo le decía que le iba a pegar, pero cuando lo amenazaba él salía corriendo y nunca me lo alcancé, él corría demasiado (risas)", recuerda.
Lo entrenó a punta de sopa de ojo.
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"Lo que más toma son sus sopas de ojo, porque le encantan. En aquel entonces solo se las podía hacer de ojo, pero ahora le echo costilla para que se coma su presa, con mazorca, plátano maduro y su arroz", dice con el gusto de haber salido adelante y la añoranza de que mejores cosas vendrán.
"Este apartamento nos lo regaló la Gobernación cuando él fue subcampeón, pero me ha prometido una casa más grande, porque ambos queremos una más amplia donde no tengamos que hacer como hoy, que nos tocó sacar todos los muebles para poder recibirlos a todos y celebrar, porque esto apenas comienza", auguró Miladys.
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Escuche el resumen completo de Tokio 2020 en El Camerino:
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