El precio de las carnes se disparó en Barranquilla y los clientes se alejan de las carnicerías. A pesar de la baja que ha tenido el valor del ganado a nivel nacional, los incrementos en las tarifas de energía vuelven un lujo la congelación de estos productos que ya se venden hasta un 35% menos que hace un año.
Los comercializadores de carnes afirman que los recibos de luz siguen llegando con valores exorbitantes a pesar de que en los últimos 12 meses han emprendido brigadas con las que han disminuido el consumo de energía en sus locales.
Los comerciantes les han apostado al cambio de equipos, mantenimientos a las áreas de refrigeración y congelación, y hasta restringir el acceso y salida de los trabajadores a estos cuartos fríos, pero eso no se refleja en la reducción de gastos.
"El costo de la energía no baja, más bien sube, sube y sube. El ganadero nos baja el precio (de las reses), pero nosotros en los puntos de venta, seguimos teniendo costos fijos muy altos, como las tarifas de energía. Entonces uno quisiera bajarles más los precios al consumidor final, pero no es posible con todo esto", expresó Alberto Villamizar, gerente de una reconocida carnicería.
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Estos comerciantes indican que, mientras las tarifas de energía aumentan más del doble, sus ventas se reducen mes a mes, al punto que la cantidad de carnes que solían vender ha disminuido hasta en un 35%.
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